I
Sólo le queda el arrepentimiento.
Meses pasados en un acuario,
La trama se trató
De tres peces (personas)
Que mal se conocen
Y que navegan ese mundo marcado
Por cuatro muros de vidrio.
Haciendo el papel del rape (el sacerdote)
Comprendió que los peces
En el acuario alcanzan ver
Lo que está más allá -
Él, por ejemplo, distinguió
Una mesa y dos sillas de madera
Una libreta, una pluma.
II
Sólo le queda la rabia.
Un atardecer, para divertirse,
El actor recoge un cuadro de madera
Que alguien había tirado en la banqueta.
Sosteniendo una esquina del marco
Con la mano derecha
Lo pasa sobre su cuerpo -
Es decir, entra en el cuadro vacío
Con la cabeza primero
Y termina por levantarse los pies
Uno por uno para salir del cuadro.
En los tres segundos en que el cuadro
Le pasa el cuerpo,
Sueña, mejor dicho,
Comprende que es un pez
Navegando un mundo limado
Por cuatro muros de vidrio.
Distingue por afuera
Vagamente una mesa, una silla
Y otra silla caída al suelo
Cómo si alguien se hubiera ido
De prisa: la traición.
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